viernes, 23 de enero de 2015

Planeta Tierra






Paz para el planeta Tierra.

          Sentimos como el planeta funde hielos y abre vías en caminos, y por arte de magia nos conduce a ciudades sumergidas y enterradas en sus entrañas. Nos desvela rostros y rastros de civilizaciones que fueron antepasados de nuestro mundo conocido. Durante eones una bola gigantesca suspendida en el espacio nos ha criado y cuidado, creemos que es su deber de Madre, ¿Cuál es nuestro deber de hijos para con ella? Quizás ahora la Tierra quiera revelar nuestros secretos, decirnos que siempre estuvo con nosotros y lo seguirá estando a pesar de todo. Que nacimos de Ella antes, ahora y volveremos a ser los mismos hijos.

A continuación dejo unos párrafos extraídos de;
Las Claves Pleyadianas de la Biblioteca Viviente.
Libro; Tierra
Autora y Canalizadora; Bárbara Marciniak   

La vitalidad de la Tierra está esperando a ser descubierta por vosotros. Os puede aportar gran abundancia en la vida cuando sabéis quién es. Ella puede ser considerada como una Diosa Madre —como un aspecto de la existencia que os abastece, os nutre, os alimenta y os abriga—. Es vuestro hogar y es vuestra madre, la fuente de la cual venís.

Si os concebís sin limitaciones, con una oportunidad esperándoos a la vuelta de la esquina, así será lo que crearéis. Si establecéis límites, los encontraréis. Recordad que podéis atraer, sin ningún esfuerzo, las energías que sostienen vuestra versión de la vida. Cada momento, en el que tenéis fe en vosotros mismos, crea un «momentum» gracias al cual florecerán y brillarán continuamente maneras alternativas de vivir.

Este proceso implica vuestro reconocimiento de que sois idénticos a vuestra familia estelar. Hay mucha gente que quisiera abandonar la Tierra en estos momentos porque piensa que ya no es un lugar digno para vivir. Voces furiosas denuncian las condiciones de las ciudades o del agua como si la propia Tierra hubiese creado estas condiciones. Nos gustaría deciros: ¿Qué lugar mejor podríais encontrar? Vuestro hogar es lo que vosotros hacéis de él.

Hay muchas cosas que sin la colaboración de la Tierra no podríais tener. Patrones impredecibles del tiempo han llegado a ser la norma; grandes inundaciones y acontecimientos sorprendentes aparecen de la nada. La realidad ya no se puede prever de forma fiable y consistente. Uno de los temas recurrentes a lo largo de vuestra vida como humanos, es vuestra irresponsabilidad y vuestro victimismo. Repetidamente volvéis al núcleo de la presunción de que el humano no tiene poder. Habéis aceptado, durante demasiado tiempo, las creencias sobre el victimismo y la falta de poder.

Comprometeos con la Tierra a abrir vuestro corazón y transformad vuestro hogar. Es absolutamente crucial que cambiéis vuestra conciencia y que os deis cuenta de que debe dominar una manera responsable de vivir. Pasáis volando sobre la superficie de la Tierra, siempre creyendo que se os debe algo, bien en forma de dinero o de mercancías o de servicios y olvidáis que la colaboración con la Tierra, como lugar estable y fiable, es esencial para la vida. Vuestro reto, marcado en la heliografía global de la intención, es que debéis daros cuenta de que la Tierra está viva, y debéis cuidarla y convivir con ella como en una familia.

La repetición de las lecciones sobre una manera responsable de vivir se acelerará en el teatro del drama humano y lo que habéis creado volverá con creces. Si no os gusta el lugar donde vivís, evaluadlo de nuevo y hablad de todo corazón con la Tierra.

Hablad con las células de vuestro Ser, atraed la luz y decidle a la Tierra:
«Es mi deseo y mi placer, en esta vida, sentirte con toda mi capacidad. Te pido, gran Tierra, que me ayudes y me asistas en la localización de un lugar cómodo, alegre, seguro y lleno de aventuras, un lugar donde pueda conocerme a mí mismo y conocerte a ti como hogar».

La Tierra sabe quiénes sois. Y por eso es una buena idea hablar con ella y reconocerla.

La Tierra es una preciada joya y a vosotros se os considera como la clave íntegra para esta gema. Pero vosotros, con vuestro sentido distorsionado del propósito, habéis buscado exaltar el Ser sin honrar el soporte desde el cual podéis explorar la vida. Hay un gran conflicto en la conciencia de la masa sobre cuáles son las prioridades ahora mismo.

Las enseñanzas de la Tierra están ahí para ser aprendidas porque vosotros ahora tenéis un grado básico de entendimiento. Estáis redefiniendo vuestro hogar y la Tierra lo siente. Ella da a conocer sus códigos e historias, sabiendo: «Ah, ahí hay humanos que están buscando lo que yo tengo». Decidid lo que queréis. La Tierra os está leyendo.

Ella es una entidad viva y biológica. Ella está viva. La Tierra os necesita igual que vosotros necesitáis los billones de bacterias que habitan dentro de vuestro cuerpo haciendo funcionar cosas sin vuestras directrices conscientes. Un microorganismo aislado puede llegar a ser bastante tóxico. Sin embargo, juntos saben lo que hay que hacer. No os envenenan; ellos se lo comen todo para que vosotros no tengáis que morir. Si no estuviesen en vuestro interior, la comida no podría pasar.

Vosotros toleráis a estos seres aparentemente tóxicos que habitan en vuestro interior y la verdad es que no podríais vivir sin ellos. Lo mismo pasa con la Tierra, no puede vivir sin vosotros y sin el resto de la vida. Es aquí, en la Tierra, donde se fabrica la vida. En este sistema solar. La Tierra es el hogar de la vida, un gran laboratorio donde se crea vida. Por favor, entended a la amorosa Tierra pues su respuesta será dar todo lo que necesitéis para sentiros en casa.

Visualizad la Tierra cómo recupera su real belleza. Regios árboles parecen acariciar un cielo azul profundo y las nubes formarán majestuosos picos. El aire se llena con el canto de los pájaros creando una sinfonía detrás de otra y cada una ha sido orquestada para el momento.

Aprended a sentiros vivos. Descubrid el sentido de vuestra vida al explorar el aspecto escondido de vuestro Ser inconsciente. Enviad vuestras raíces maestras como una serpiente hasta los registros de la Tierra y recuperad, en vuestra mente, una Tierra majestuosa que os sirva de hogar, a vosotros, los legítimos habitantes.
 

Podéis imaginar la Tierra como un espejo gigantesco que os muestra lo que se está cociendo entre los seres humanos. La Tierra, en estos momentos, huele que apesta de tantos tóxicos que existen. Los guardó mucho tiempo. Durante muchos años se ha llenado la Tierra de tóxicos y no sólo de residuos radiactivos y todo tipo de basura, sino también de ira colectiva de los humanos que son criaturas energéticas y vuestras emociones crean una fuerza colectiva que se va emitiendo. No sólo emitís caos y miedo, que son las frecuencias básicas de vuestras vidas desde hace mucho tiempo, sino también emitís ira. La ira está porque en vuestro fuero interno sabéis que se os está negando algo.

Hay casi seis billones de vosotros —a punto de duplicarse— echando su ira sobre el planeta. ¿Qué pensáis que produce esto?

Os muestra, como en un espejo, la ira del propio planeta debido a la falta de cuidado y a la falta de amor. Esto es lo que está siendo vomitado ahora, pero a la larga supondrá una limpieza. Todos estáis llegando a una nueva comprensión. Os están empujando, como seres humanos y como planeta, hasta vuestros límites. Os obligan a redefinir vuestras fronteras, a decidir qué vais a defender y qué no vais a tolerar. Nadie se va a quedar sentado en su casa y se va a perder esta historia. Tenéis que participar todos; si no lo hacéis vais a desaparecer de una manera u otra.



Ejercicio energético
Respira profundamente y envía una ola de vitalidad y relajación a todo tu cuerpo creando espacio. Utiliza tu respiración para crear un vehículo que te haga viajar con tu imaginación. Encuentra este lugar dentro de ti pues lo alberga tu imaginación. Visualiza tu mundo como si estuviera suspendido en el espacio, una joya bellísima que refleja e irradia luz. Siente tu conexión con el espacio desde tu corazón, desde la misma esencia de tu Ser. Siente que este espacio es tu hogar.

Si estuvieras viajando por el espacio, seguramente te haría ilusión cuando te dieras cuenta de que estás en tu vecindad. Envía desde tu corazón un gran rayo de radiante amor, lleno de luz. Mándalo a la Tierra. Ahora permítete ser atraído hacia la Tierra como si estuvieras flotando por los cielos procedente de las profundidades del espacio, acercándote cada vez más y mas a la Tierra.

Observa cómo va creciendo ante ti su tamaño y su forma, siente su magnitud y siente que está viva —que tiene una vitalidad y un poder inalcanzable, sin embargo, su suavidad y su magnitud están abiertas a todos.

Siente cómo eres atraído hacia la Tierra y permite que su vibración te aleje del espacio. Visualízate cómo aterrizas igual que una pluma, deslizándote suavemente hacia el lugar idóneo. Con un suave movimiento, como una pluma, aterrizas sobre la dulce vibración de la Tierra.

Mira ahora a tu alrededor y averigua en qué parte de la Tierra has aterrizado. ¿Qué te está mostrando la Tierra en este lugar al que te ha llamado? Durante tu visión, siente gratitud e ilusión de que la Tierra está hablando contigo y ofreciéndote una aventura.

Respira profundamente, mira a tu alrededor y siente la inspiración que te produce lo que has encontrado. Envía un mensaje a la Tierra diciendo que estás dispuesto para una vida pacífica y que tu deseo, en este momento, es restaurar la integridad de la Tierra y que vivirás cerca de ella y que la honrarás durante todos los días que habitarás aquí.

Visualízate viviendo, amando y confiando, paseando por la superficie de la Tierra en gran paz con todos los elementos de la existencia y de acuerdo con tu deseo de armonía. Comienza a andar lentamente, observando a la Tierra, respirando profundamente y sintiendo cómo es esto de estar vivo de verdad y amar a tu hogar. Siente la gratitud pues es ella la que te sostendrá.

Confía en ti mismo. La Tierra es tu hogar.




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