Dejó de confiar en ese médico al que tenía que visitar dos veces a la semana. Cinco años deberían ser suficientes. Aconsejándole continuar con la medicación si quería seguir durmiendo en paz. Paz, que creía ganada en pasadas batallas, y por tener ochenta años.
Se sentía curado...
En su mente dibuja una cara “incrédula” de aquel médico. Abre los cuatro botes, y las píldoras de colores son tragadas por el agua del retrete: ¡No vas a ganarte la vida a mi costa! <Le dice a la cara>.
Lo estaba consiguiendo. Se sentía eufórico. Pero gastados los últimos residuos sanadores, todo volvió a comenzar, con mayor intensidad y clarividencia.
Seis noches consecutivas, huyendo de lánguidas sombras que tratan de atraparlo en la pesadilla. Encontró manera de escapar, llegando a su mundo a través de pulsar el interruptor de la luz, que nunca encendía nada. Se despertaba envuelto en sudor, un sabor a metal en la boca y con el corazón al filo de un infarto.
En un mal sueño, escuchó lamentos de aquellos días pretendidos olvidar, cuando apodado; "El Negro Tesorero", siendo comandante de una infernal guerrilla, sentenció a muerte a quiénes inútilmente, negociaban por su defensa. Esa noche, es perseguido por su oscura conciencia. No pudo encontrar el interruptor de la luz; quedándose en tinieblas a la espera de alegaciones...
Ahora, ningún médico al que solicita consejo, puede ayudarle a descansar en paz.
Cada noche se enfrenta con su conciencia, entretanto, una sombra deambula por hospitales, tomando píldoras de colores.
Hola querida Mila, que bien que nos trajeras este relato, inquietante y penoso, que nos da cuenta de esas leyendas que andaban de boca en boca sobre los fantasmas que persiguen a los asesinos y desgraciados que no tuvieron piedad, unos dicen que es su consciencia, otros dicen que son esas almas que se quedan errantes por morir a destiempo y que no lo dejan descansar en paz.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el tono del narrador, transmite cercanía con el personaje, como si fuera su cuidador, que siente un dejo de lástima a pesar de su mal proceder. Pero al final su tono cambia para transmitirnos la sensación de triunfo de esas almas, al saber que de alguna manera se hizo justicia.
Mila, cuántas historias reales no habrán como esta, que han forjado todo un abanico de leyendas fantasmagóricas.
Gracias amiga por regalarte y regalarnos este estupendo micro, escrito en tu forma muy particular y conocida de hacerlo.
Besos y abrazos almicos querida.
¡Hola, Harolina!
EliminarHe escuchado varias historias de este estilo y en verdad que son inquietantes y penosas. Nunca sabremos la verdad, pero la conciencia de uno mismo juega un importante papel para que recordemos acciones indebidas.
La cercanía, si, también la sentí, puede ser porque puse al protagonista con edad avanzada y uno se imagina, como imaginó él, que ya estaba curado. El tema de los sueños es muy complejo, y "sombras" deambular algunos dicen de haber visto.
Me alegra de que te haya gustado, al menos me entretuve organizando el relato.
Miles de gracias, querida amiga.
Abrazo enorme y álmico.
Lo olvidé, por cierto, muy apropiado el título con el contenido del relato, y la imagen me dejó de una pieza, ¿que clase de luz se enciende asi, como si fuera una manilla para abrir un grifo?, con razón eso de "luz que nunca encendía nada". Al menos aquí no son asi, ja, ja.
ResponderEliminarjajaja, tienes razón, pero el interruptor juega aquí un gran papel, hasta que no lo vuelva a encender, se quedará atrapado, jaja. Ayyy, estoy escuchando tu risa, Harolina. Me encantan estos interruptores antiguos, en realidad me gusta todo lo antiguo, en casa hay unas cuantas que decoran y sirven. Este artilugio es muy valorado por donde vivo, encontrar uno de estos que sea antiguo, es un privilegio. Mucha gente al reformar su casa si es rústica, los suelen poner, también los compran de imitación. ¿De verdad no viste ninguno? pero que no abran grifos, jaja.
EliminarHola, Mila! Gran relato para el microrrelato de leyendas urbanas. Qué duro es soportar la conciencia que persigue como una losa sombra al personaje, que necesita luz en su vida y que no la encuentra. Sin duda, su vida es una pesadilla y la medicación no va a darle esa luz que busca desesperadamente, no va a callar la voz de su conciencia. Las guerras matan personas y a los vivos, en cierta medida,los deja condenados en la vida. Felicidades! Me ha encantado! Un abrazo muy fuerte y feliz fin de semana. Como siempre, un placer leerte.
ResponderEliminar¡Hola Mayte! Creo que nada hay peor que soportar el peso de la conciencia, más, si esta, nos está hablando desde un punto que aún no asumimos o entendemos. "Condenados en vida" Triste... Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias.
EliminarAbrazo grande, y buen fin de semana;)
Imposible acallar ese grito de la conciencia. La angustia y el remordimiento del personaje recorre toda la historia y nos haces sentirlo junto a él. Buen micro, Mila.
ResponderEliminarLa conciencia a veces nos hace malas jugadas. Me alegro de que lo hays sentido así, y gustara.
EliminarMuchas gracias, Marta.
Que tengas una bonita noche.
Casi que escribo lo mismo y en los mismos términos que ha comentado la amiga Marta. Pues sí, la voz de la conciencia es la que me parece que habla.
ResponderEliminarHay quiénes lo llaman almas errantes, prefiero denominarlos demonios internos.
Buen trabajo, Mila.
"Demonios internos" también es una buena definición. Entre almas errantes, conciencia y demonios..., parecen leyendas ja,ja.
EliminarMuchas gracias, Tara.
Que tengas una bonita noche.
Muy buen micro, tener la conciencia tranquila es un bien precioso, y caer en manos de los médicos una forma de tortura necesaria. Me gusta como has desarrollado la historia.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola. Ángel, me gusta como lo has descrito. Totalmente de acuerdo.
EliminarMuchas gracias, agradecida con tu visita y huella.
Saludos!
Hola Mila , muy buen micro pero algo angustioso
ResponderEliminarpor la pena del personaje , me a gustado mucho , saludos de flor.
Hola Flor, me alegro te gustara. Muchas gracias.
EliminarSaludos, y buen finde;)
P.D. He intentado entrar en tu blog varias veces, desde el Android y PC, y me ha sido imposible leer tu micro, nada más empezar, sale una página de noticias. Lo volveré a intentar mañana, pues ya el título me sedujo.
Pobre hombre. Si alguien le da a la pastilla, que sea para ir a la disco.
ResponderEliminarSeguro que sería más apropiado. Siempre mejor la diversión.
EliminarSaludos, y gracias por pasar.
Muy buen trabajo retratando aquello que nos persigue por una u otra razón. Cosas que hicimos o que dejamos de hacer, algunas mas siniestras que otras como las de tu personaje. Un relato inquietante. Saludos.
ResponderEliminarAl final, todo va saliendo, de una u otra forma. Y parece que la memoria es bastante selectiva.
EliminarMuchas gracias Ana.
Un abrazo!
¡Hola, Mila!
ResponderEliminarUna contribución muy especial al reto que se salda con un relato con ese aire de leyenda urbana -o rural- que pone los pelos de punta. El peso de la conciencia y los remordimientos de manera paradójica nos hacen más humanos y de alguna manera demuestran la existencia del alma. Por otro lado, sigo sin comprender la injusticia y la censura de Facebook con este espacio y con el de David. Es inexplicable.
Un gran abrazo.
!Hola, Miguel!
EliminarSi, bien podría entrar en estas categorías. Te diré, que parte del relato me lo contaron hace tiempo, no sé si fue verdad o no, pero como creo en estas cosas de la conciencia, el alma...es la parte donde comienza: "Seis noches consecutivas..." Ya lo tenía escrito, y acomodé para el reto.
Tampoco comprendo lo de Facebook, me cansé de enviar mensajes a esta red indicando a qué, se dedica el blog, incluso en inglés. Hace tiempo lo dejé estar, hago como David, lo subo a BLOGUERS.NET y desde allí lo puedo poner en face.
Muchas gracias, Miguel.
Un abrazo cariñoso.
Me ha gustado mucho tu aportación.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Chema!
EliminarUn saludo.
Querida, querida Mila... Un gran gusto volverte a leer. Me parece muy bien desarrollado este relato, como siempre tu manera de narrar es impecable. El tema es fuerte, sí que es fuerte. Si no hay almohada más linda y suavecita para dormir como una conciencia tranquila, en este caso es todo lo contrario y en verdad que es aterrador. Condenado en vida, peor que muchos otros castigos.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo muy grande.
Por cierto, qué mal que tengan esos problemas con Facebook, de verdad que no lo comprendo. Ojalá se solucione, aunque no entiendo.
Hola, querida Maty!!
EliminarY un gusto verte aquí con tus impresiones.
Me ha gustado lo de la almohada, totalmente de acuerdo. Para un buen dormir nada mejor que tener la conciencia tranquila.
Muchas gracias por tan alentadoras palabras, eres un cielo.
Abrazo enorme. ❤️
Lo de Facebook, ya no me importa para nada, gracias a esa censura, pude conocerte en BLOGUERS, y a otras compañer@s. No hay "mal" que por bien no venga.
¿Qué fue lo que a ti te sucedió con Facebook? Qué bueno que ya no te importe,pero me llama la atención que varias personas se han quejado.
ResponderEliminarFeliz semana amiga, un abrazo con mucho cariño.
Nada, Maty, simplemente Facebook bloqueó el enlace como a tantos otros, se dice que es cuestión de los algoritmos. Claro que no me importa, ya lo tenía olvidado, y olvidado queda.
EliminarFeliz semana también para ti, preciosa.
Otro abrazo de vuelta con todo mi cariño.
¡Tu buen texto me recuerda Mi Lema! : Al llegar La Noche Penitente, hay que disfrutar de un ánima tranquila, y poder dormir con una pierna hacia Roma y otra a Santiago de Compostela. Algunos Bellacos como ese que recibe su merecido psíquicamente de este microrrelato, JAMÁS descansarán en Paz porque La Conciencia [¡¡¡Gran Dios de Los Gentiles!!!] les recriminará una y otra vez actos indebidos y sin moralidad
ResponderEliminarAsí que, ¡ ¡ ¡ O h M i l a ! ! ! : UN BESO.🍀
Toda la razón, Juan, al poner la cabeza en la almohada la mente cuanto más limpia mejor para la salud física y psíquica. También por aquí decimos lo de las piernas, ja,ja. Si, este bellaco supongo que hasta su final padecerá las consecuencias en su conciencia, por más píldoras de colores que su sombra tome, ¡o no! Gracias, por la gentileza de tu presencia y por ese beso que recibo ahora mismo.
EliminarOtro beso bien grande para ti, y que la semana te sea muy propicia.
El coma sería una buena solución y u buen castigo si no ha pagado ya. Al menos podría dormir.
ResponderEliminarOriginal y aleccionador relato con elementos drásticos como la guerra y el siquiatra para dar cuerpo
Salusoss
Pues mira que si, bien podría ser una buena solución para este personaje.
EliminarMe alegra que hayas sentido así este relato, Gabiliante.
Muchas gracias por pasar y dejar tu impronta.
Saludos;)
Hola, Mila. La conciencia, ese Pepito Grillo que todos llevamos dentro, siempre está presente en nuestras vidas, aunque intentemos distraerlo con pastillas, alcohol u otras drogas. Sujeto pacifnte que tarde o temprano nos hará enfrentará a nuestras malas acciones.
ResponderEliminarBuen trabajo para este reto de David.
Un abrazo enorme.
Hola, Bruno.
EliminarLa conciencia a veces nos juega malas pasadas, pero ahí está, recordándonos hasta lo que queremos olvidar. Me alegran tus palabras, muchas gracias por la apreciación.
Un fuerte abrazo;)
Hola, Mila. Es verdad que la conciencia es un bien preciado. Si no que se lo digan al personaje de tu micro. Hay mas de uno por ahí que no podrá dormir bien por las noches. Malrayos les partan!! Un saludo y muy buen aporte al reto.
ResponderEliminarHola, Pedro.
EliminarMuy preciado, y tienes razón, cuánta genta habrá que sus insomnios sean provocados por esa "conciencia" que nunca calla. ¡Malrayos le partan! ja,ja.
Muchas gracias, pedro.
Pasa un feliz jueves.
Las Leyendas urbanas, pese a ser eso, leyendas, siempre me resultan aterradoras por ese atisbo de duda que generan en la razón.
ResponderEliminarLos médicos recetan la medicación por algún motivo, sobre todo los psiquiatras, y las consecuencias de decisiones erróneas sobre acabar con antelación los tratamientos, suelen ser como los que describes. La única cosa positiva, sin embargo, es que de ser todos buenos y obedientes, no tendríamos motivos de inspiración para relatos como el tuyo.
Mucha suerte, Mila. Se te echaba de menos.
Un beso enorme.
También lo creo, que las leyendas urbanas algo tienen de verdad, aunque con el tiempo se va desvirtuando el contendido inicial. En cuestión a los médicos, bien cierto, hay gente que deja los tratamientos sin la autorización debida, luego vienen las consecuencias, como en el caso, y que me sirvió para el relato.
EliminarMuchas gracias, últimamente no publico mucho en los blogs, cuando va llegando la inspiración. Siempre un placer contar con vuestra compañía y leeros.
Otro beso enorme, acompañado de un abrazo;)
No hace mucho una cita llamó mi atención: "El Cielo y el Infierno está en nosotros" y debe ser que cada uno de nosotros elegimos con nuestros actos en vida qué lugar será nuestro destino tarde o temprano. Tu protagonista descubrió tarde que no hay acciones sin consecuencias. Transmite muy bien el desasosiego interior del personaje. Y la ambientación también evoca muy bien un paisaje interior propio de un manicomio. Muy buen micro, Mila. Me ha gustado tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Carles. Esa cita sobre el Cielo e Infierno, o parecidas, también las he escuchado y leído, y creo en ello. Es como el bien y el mal, todas las dualidades parece ser que existen en uno. Me alegra mucho haber sabido transmitirte lo que dices, esa era la finalidad del relato.
EliminarMuchas gracias por tus alentadoras palabras.
Un abrazo de vuelta.
La conciencia siempre está ahí para recordar y cuando pesa no deja de atormentar aunque te atiborres de pídoras. Y no me extraña que al pobre de tu relato el interruptor de la luz no le encendiera nunca nada, la reliquia sería un milagro que funcionara 😊 Muy bueno.
ResponderEliminarBuena noche Mila.
Un abrazo.
La conciencia permanece pese a pastillas o cualquier cosa con la que se quiera acallar. Esa reliquia de interruptor le debió influenciar ja,ja.
EliminarMuchas gracias, Laura.
Grata tu visita.
Feliz jueves.
Un abrazo.
Hola Mila. Un relato angustioso en el que se percibe la desesperación del anciano, a quien los fantasmas del pasado atormentan una y otra vez hasta convertirse el mismo en un fantasma. Un saludo.
ResponderEliminarHola Jorge.
EliminarSi, a mí también me parece angustioso. Me alegra comprobar que se percibe la desesperación... Muchas gracias por la vista y comentario.
Un saludo;)
Hola, Mila. Pesadilla siniestra y oscura la de tu leyenda urbana. Cuando no hay luz de esperanza la autosugestión campa a sus anchas como alter ego de la imaginación y cuidado con eso. Muy inquietante tu micro. Saludos 🖐🏼
ResponderEliminarHola, JM. Me gusta la interpretación que has hecho del relato. El alter ego es muy ladino, hay que saber manejarlo.
EliminarMuchas gracias.
Saludos.
Mila, me alegra que finalmente te hayas presentado al reto propuesto en el Tintero con este genial micro.
ResponderEliminarLa conciencia despierta tarde o temprano y toda pretensión de olvidar las malas acciones que se han hecho es inútil como bien queda reflejado en el texto.
Me ha encantado leerte en esta historia que muy bien podría ser calificada como thriller psicológico. Felicidades querida amiga por tu siempre bien y buen saber hacer.
Te dejo un abrazo inmenso que acaricie tu bello Ser.
¡Hola, Marina! Ojalá te hubieras animado también a participar. Ya ves, escogí a la conciencia para elaborar el relato, y es verdad, esta sale tarde o temprano a pedirnos cuentas para saldar y dormir en paz, y vivir. Que bueno, que consideres la historia también como thriller psicológico; me gusta como suena.
EliminarMuchas gracias, mi querida amiga, siempre un lujo contar contigo. Me alegro que te haya gustado. Acojo ese abrazo ahora, que me viene de maravilla.
Otro abrazo enorme para ti, corazón hermoso.
Recuerdo que de pequeña en mi pueblo había un señor que según decían la conciencia no le dejaba dormir porque en la guerra había matado a más de uno y para tratar de evadirse por las noches se iba a cabalgar con su caballo hasta que se rendia y volvía para tratar de conciliar algo de sueño. mala compañía es la conciencia. Tu relato es buenísimo Mila.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola, Conchi, pues lo que cuentas es muy parecido a lo que aquí relato. Más tarde o temprano la conciencia viene a recordarte esos actos que no dejan dormir en paz. Me alegro mucho que lo hayas contado, y que te haya gustado este micro.
EliminarAbrazos!
Una buena historia, debe ser horrible tener esas pesadillas donde la noche te la pasas huyendo de sombras o de voces rencorosas. Las pastillas no las debía haber dejado, sus recuerdos nefastos volvieron otra vez a perseguirle. Abrazos.
ResponderEliminarCreo que debe ser terrible, esas pastillas podían haberle ayudado, supongo que la conciencia se impuso... Muchísimas gracias, Campirela.
EliminarUn fuerte abrazo!
Hola, Mila. Muy buen relato, muestras con sutileza y maestria esos pecados junto con unas culpas que nunca llegan a mitigar.
ResponderEliminarMisterioso y original. Me encantó.
Un abrazo!
Hola, Pepe. Seguramente esas culpas le perseguirán siempre.
EliminarMuchas gracias, me alegra que lo hayas sentido así.
¡Un abrazo!
mE GUSTA TU ESTILO CORTO BUENO ELEGANTE
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Mucha!
EliminarQue tengas un bonito día 🌷
curiosamente Mila mi Orbayu poetico de hoy va de esa sombra que está y no sabes como eludirla lo llena todo y es un vuleco al corazón..ha sido un placer leerte .te invito a leerlo en Horas Rotas y aprovecho este momento de luna de oro en la noche gris ,para desearte feliz navidad y ventura ,mis saludos atentamente. jr.
ResponderEliminarHola, Jose Ramon, me alegro mucho de que se haya dado esta coincidencia.
EliminarGracias por tan grata visita, y de que te haya gustado la lectura.
Con gusto pasaré por tu blog a leerte.
Feliz navidad, y próspero año 2022.
Saludos afectuosos!
cada dia escribes mejor
ResponderEliminarTe deseo lo mejor
Gracias, Mucha.
EliminarTambién te deseo lo mejor:)
Hola Mila, gracias por tu felicitación. Que el año que acaba de comenzar se conviertan en la base para lograr todos tus propósitos. Que tengas un buen año, que todo sea luminoso, alegre y satisfactorio. ¡Feliz Año Nuevo!
ResponderEliminarUn grande abrazo de luz.
Hola, Cristina, no estaba segura de si la verías, dado que no estamos mucho por los blogs, pero siempre te tengo presente y quise ir...
EliminarMuchas gracias, por tus buenos deseos, me vendrían muy bien, los mismos para ti con idéntico cariño.
¡FELIZ AÑO 2022!
Un abrazo enorme de luz.