Tenemos bastante claro que solo existe el presente, el famoso "aquí ahora" y que no es otra cosa que un perfecto instante eterno, al ser un
instante que siempre está en el presente.
El pasado dejó de ser cuando se convierte en presente y el futuro,
ahí contamos con infinitas posibilidades que van llegando al presente de instante
a instante. Por lo tanto, comprendiendo o no, el presente es el único momento
existente por ser ahí en donde somos y actuamos.
La ciencia ha demostrado que las tres líneas de tiempo, pasado
presente y futuro convergen simultáneamente y se fusionan en un punto de unión. Aquí y ahora. A nosotros nos
queda por experimentar dicha creencia y hacerla nuestra verdad. "Atrapar" ese momento como único
instante de vida que tenemos para vivirlo plenamente y con consciencia. Estoy
en lo que hago y lo demás va fluyendo por sí solo.
El tiempo en sí mismo es atemporal, pero para desplegar las
vivencias diarias con un cuerpo físico necesitamos tiempo temporal equis. Un
principio y un final de ese tiempo atemporal, digámosle "prestado"
que hemos marcado con reloj. Alfa y Omega. Sabemos que lo que verdaderamente nos "sostiene" no es el cuerpo, sino, el Ser inmortal que nos habita, por eso, el cuerpo un día se desintegra.
Entendiendo la filosofía de esta realidad única marcada en tres
tiempos;
Si la mente la tengo puesta en propuestas del pasado, qué pasó por
qué y cómo pudo haber sido y cómo se puede arreglar y constantemente está
ocupada en un ir y venir de aquí para allá, resulta que estoy viviendo en
pasado inexistente y fabricando un futuro igual de incierto. La mente está
llena de datos que sirven a que el presente siga por el mismo camino y nosotros
dando las mismas vueltas en torno a los mismos asuntos. Solucionamos unos
conflictos y nos vienen otros.
Con lo cual, la mente en el permanente pasado con sus creencias y
limitaciones, o construyendo futuros que ni sabe le convienen de verdad está
fuera de tiempo presente aquí y ahora, por muy ajetreada que ande en sus
silencios pensantes, es una mente que está en blanco, pues la información que
contiene solo sirve para encadenarse y permanecer en un estado de continuo bucle. Se emborrona más lo
escrito y resulta indescifrable después. Es un blanco que está oscuro.
Se obvia con facilidad algo de gran relevancia, que a consecuencia
de deambular entre lo que es y lo que
pudo haber sido, con datos en desuso o escenarios futuristas que encajan
a duras penas con las perspectivas felices que tenemos, nos perdemos el
escuchar al Ser maravilloso que habita en cada uno. El Ser que se comunica con
nosotros en la quietud de la mente en el momento presente. Simplemente
estando y dejando que Éste nos guíe asumiendo y aceptando lo que nos viene
dado. Es una información que se escucha desde la intuición, la alegría,
el buen humor, y por sí sola se filtra hasta la consciencia para que podamos
manifestarla con originalidad.
Somos Seres de Luz, nuestro Ser es originario desde el principio
del tiempo y más allá de éste, por lo tanto, el Ser que verdaderamente somos es Original y Pura Esencia, y
aunque no se muestre a los sentidos físicos es más real que la materia, es el
que nos ayuda a captar el instante del tiempo temporal para que sea el único
acertado. Si lo que queremos son respuestas lógicas y concretas a las preguntas
debemos aprender a comunicarnos con nuestro Ser cada quién con sus propias herramientas y, sin desviarnos de la fe de que
serán atendidas a su debido tiempo. Entendemos que nada es imposible, cuestión de voluntad el proponérselo.
Asombroso que ahora en el presente esté creando un tiempo futuro que me traerá los efectos que aquí ahora estoy creando siendo estas consecuencias de una atención o inatención que posiblemente causarán dolor, incertidumbre o una alegría...
Lo que soy, aquí y ahora, viene de un futuro que es el presente que pasará en un instante a ser pasado. El verdadero encuentro es adentro, con el Ser que me mantiene DESPIERTA.
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