La frase tan escuchada, “Todos
somos uno”, es aplicable en cualquier ámbito de la vida, no es para
considerarla solamente a nivel espiritual como sería “Una misma Identidad
dentro de la Totalidad del Todo”. Para comprender bien ese significado hay que
empezar por abajo, desde el primer nivel y más básico en el que físicamente nos
movemos. El de la supervivencia, el meramente físico. Y es aquí en donde todos
tenemos que arrimar el hombro para tener una calidad de vida digna, en
el que nos vayamos encontrando a gusto y procure nadie tirar la primera piedra
y esconder la mano. De alguna manera sabemos que si en un grupo de personas una
hace una indebida gestión, todo el grupo se resiente. Las cosas se tuercen y el sol
comienza a brillar o deslucir en cada miembro.
Me gusta tener presente dicha frase porque estoy convencida que a
todos nos afecta de alguna manera las decisiones y comportamiento del resto, bien sea en lo externo o en lo interno.
Y ya que estamos con el problema cada vez mayor que tiene Google+ con las puntuaciones y desórdenes que últimamente vamos experimentando, se me ha ocurrido cogerlo de ejemplo para que veamos a modo de “posibilidad” una causa para tal efecto que padecemos y tanto nos disgusta, y no es para menos, y de paso comprendamos un poco mejor el “Todos somos uno”.
Y ya que estamos con el problema cada vez mayor que tiene Google+ con las puntuaciones y desórdenes que últimamente vamos experimentando, se me ha ocurrido cogerlo de ejemplo para que veamos a modo de “posibilidad” una causa para tal efecto que padecemos y tanto nos disgusta, y no es para menos, y de paso comprendamos un poco mejor el “Todos somos uno”.
Imaginemos que estamos dentro
de un grupo llamado Google+ y “todos” somos avatares del mismo.
Un día lejano, un avatar del
grupo decide darse más importancia para poder disfrutar de más ventajas, equis,
y se le ocurre pasearse por los perfiles y comunidades en los que pacíficamente
participamos “todos”. Va punteando con (1+) y luego retirando la puntuación de la
mayoría o de quién le parezca. Con ello
pretende que se note su presencia pero no su intención, un objetivo específico
que solo él conoce, desmerecedor para unos cuantos. Esa regular actitud de dar y quitar va
siendo notada cada vez por más avatares, que, desconcertados, se dan cuenta de que
algo inusual está perjudicando a la Totalidad del grupo G+
Ese avatar ingenioso deja su
halo de presencia sin fijar la cara, está tirando piedras y escondiendo la
mano, los demás por buena fe no perciben su verdadero acto y agradecen socialmente la
visita. Incluso pensando, ¿Quién si no
G+ está fallando? Notifica un positivo y
después lo oculta. No calcula bien.
Lo de ir por perfiles y
comunidades dando y luego quitando, por alguna extraña sincronización de grupo,
va contagiando sus costumbres igual a un virus, y bien por curiosidad o
inercia, otros avatares van probando la misma teoría. Con lo cual, Google+ acaba por mal contabilizando la
creatividad de “todos” y de paso se
lleva parte de la ilusión por participar.
De repente y más seguido otros avatares asombrados, comprueban que al realizar una puntuación (1+), G+ advierte de un error, en otra ocasión el error es al compartir, error al comentar, notificaciones y
comportamientos anómalas de, y en comunidades. G+ ha pasado a errar por costumbre y a nadie del grupo le gusta que cuando le
parece, deje oculto comentarios que con suerte más adelante puedas leer. Que te deje ver siete visitas cuando han venido quince, o las tuyas no las notifique a los demás.
Molestos piden explicaciones y soluciones a G+, puesto
que él es artífice del programa.
Todo el grupo se ve afectado
sin percibirse a nadie de ellos mejor que a Google+ para no saber contabilizar
las puntuaciones, los errores, lo dado y lo quitado. Y es que debe ser difícil sumar y restar la
misma operación y salir ganando cuando el propósito de “todos” era ir avanzando y no limitando. ¿G+ está
descontrolado?
Llega el momento de pensar si
G+ está ideando otro proyecto para el grupo y por eso se sabotea, para que los avatares vayan pensando en cambiar de diseño sin que se note mucho que
todo estaba preparado, aunque parezca ilógico, o está aprendiendo de la
estrategia de uno de ellos que va dispuesto a tomar un control sobre el
resto sin haber tenido consentimiento del grupo, y G+ se esté rediseñando para
volver a unir lo desunido. Es muy desconcertante. ¿Qué pretende G+? ¿Qué contenido
quiere controlar?
Y en este “Todos somos uno” hubo avatares que no fueron perjudicados directamente, pero sí alcanzados
por las repercusiones del resto con un error de G+, incluido el primer avatar que tuvo la originalidad de dar y quitar.
Esto nada más, ha sido un mero ejemplo, una mera posibilidad de error que bien podría en caso de ser real, escusa para que G+ actuase en perjuicio del grupo. Y a mi servirme de excusa para reflexionar sobre ello.
En cualquier espacio, Todos Somos dentro, nadie afuera por lo tanto, nadie se libra de sufrir las consecuencias de Uno.
Esto nada más, ha sido un mero ejemplo, una mera posibilidad de error que bien podría en caso de ser real, escusa para que G+ actuase en perjuicio del grupo. Y a mi servirme de excusa para reflexionar sobre ello.
En cualquier espacio, Todos Somos dentro, nadie afuera por lo tanto, nadie se libra de sufrir las consecuencias de Uno.
Mila Gomez.
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