Hubo un momento que
pareció abrirse la caja de Pandora, una redonda y orlada con cuentas plateadas
en su centro. Alojada en un lugar secreto en donde deposito mis recuerdos.
De allí salió de
todo, la caja de Pandora contenía risas y desdichas que di y recogí a partes
iguales, o no tanto, en comunión con personas que conocí.
Reviví ¡gracias!,
que di con sinceridad, ayudas que
presté y caras que iluminé con palabras de afecto. También reviví la cara
afable que me regalaron. Una
dadivosa entrega. Muchos de nuestros
días están plagados de sonrisas.
Reviví después,
escenas en las que mi proceder "pudo" haber provocado ira o recelo, u otro
nefasto malestar, a causa de no haber encajado bien en el otro mi falta de tacto o usar palabras inapropiadas para la ocasión,
o por aquellos pensamientos que alejan de la buena obra. Y, en su otra versión, las
sufrí en carnes. Somos sensibles y, ¿Quién no comete errores?
En definitiva
pensé, tras haber vaciado la caja de Pandora tanto como quiso abrirse, y que
recuerdos estuvieron encima de la mesa mental, sopesé que tanto los recuerdos
bondadosos como los malsanos, estaban casi a la par.
Los coloqué en la
balanza de mi eje y allí descubrí que tuve más recuerdos buenos que malos, sin
embargó también comprobé, que pesaban más éstos que los buenos.
Y sentí, que los
actos que me dañaron los llevaba dignamente y ya no causaban pesar, excepto en
el recuerdo para aceptarlos, sin embargo, aquellos fallos que "creía" haber
cometido con mis semejantes, se quedaron conmigo causándome perturbación, eran
parte de la carga que sostenía mi piel y corazón. ¡Eso era lo que pesaba!, razoné, que siempre sería más llevadera
la carga si el daño me lo hiciesen a mí; porque nadie daña a nadie sin que le
cueste un fuerte dolor, aun más que el del adversario. Eso a veces lo muestra
la caja de Pandora. Y yo quería ser
sana.
Y entendiendo este
dilema mío, la caja de Pandora me mostró otras sutilezas de esas mal llevadas deformaciones.
Reviví con más
intensidad, veces que supe querer y hacer reír compartiendo la buena dicha, pura
felicidad. Darme cuenta de que en mi imperfección, también se encuentra la perfección
de las cosas, puesto que yo no sé si le hice un daño o un favor llamándole
idiota; fuera posible haberle dado una buena lección.
Mi condición humana
siente la oportunidad de combatir y darle la vuelta a la tortilla; adquirir el hábito diario de ofrecer muestras gratificantes
llevaría el tiempo que me propusiese yo. "Haz el bien y no mires a quién" ¿Cuánto vale una sonrisa o un aprecio? ¿Y cuánto
cuesta entregarlo de verdad? A partir de ahí, ese saco imaginariamente
sólido pendido en lo alto de la espalda, empezaría a caer por su propio peso y
haría sentirme liviana. Esa famosa mochila que hace cosquillas, y según a quien, pesa más en unos que en otros.
Concluí, que
proferir una ofensa por venganza, orgullo o desatino, mermaba las defensas
dejando vulnerable para que la salud perjudicase, simplemente me dije; vive a
tu santa manera sin dar excesiva importancia a las cosas. Todo suma y pasa.
Mila Gomez
Todo
pasa y todo
vuelve, eternamente
gira la rueda
del ser. Todo
muere, todo
reflorece; eternamente
se edifica la
morada del Ser.
"Friedrich Nietzsche"
Imagen de internet.
Querida Mila, esa caja de Pandora que contiene tantas cosas, buenas y malas, según las valoremos. Momentos, decisiones, daños a personas ajenas, daños propios...
ResponderEliminarSomos seres humanos y como siempre digo, imperfectos con la mejor intención diaria de ser mejores personas con lo que vamos aprendiendo. Se dice que al abrirse la Caja de Pandora salieron todas las maldades y que en su fondo quedaba la Esperanza y esa misma esperanza de aprender de los "errores" o malas decisiones la que en el fondo de nuestro ser prevalece para ser humanos en proyecto de perfección.
Ya te lo había leído mi querida Mila, pero como en todos tus escritos siempre se ven ingredientes nuevos y enriquecedores. Felicidades por esta magnífica reflexión, preciosa. Te estoy escribiendo desde el móvil cuando leo mejor desde el ordenador pero no me pude resistir a dejarte unas letras.
Que tengas muy bonitos sueños alma bella.
Un abrazo enorme y cálido a tu bello ser.
Querida Marina, tus comentarios son prolongaciones de muchas de mis reflexiones, señal que experimentamos momentos de la vida con igual o similar óptica. En esta en particular veo que las dos vamos de vez en cuando abriendo esa caja de Pandora para ver eso considerado "bueno o malo" lo ponemos en balanza y damos cuenta que eso que sentimos "malo" tan solo son errores que nos permiten seguir evolucionando.
EliminarSi que me la leíste y compartiste en G+, eres un cielo por tomarte el tiempo de volver a leer y compartir, amiga. Ya sabes que ahora saco publis que tenía a la espera de las musas. Para escribir desde el móvil te quedó genial el comentario, me atrevería a decir que hubieras escrito más.
Gracias por ser y estar, Marina.
Un abrazo enorme y feliz inicio de semana, corazón!!
Pues ve publicándolas; Mila, porque son reflexiones que aunque ya se hayan leído siempre, como ya ye dije en el anterior comentario, se extraen nuevos ingredientes que quizá en una primera lectura pasaron por alto, so por un lado pero son muy enriquecedoras, Mila, son escritos que no quedan solo en letras, quedan dentro haciendo eco en mi interior y creéme que presto mucha atención porque son muy valiosas para mí. Así que, te animo a que sigas publicando esas joyas que tienes en tu confortable hogar.
EliminarUn abrazo enorme y cálido que conforte tu bella alma querida Mila.
Creo que cualquier acto que podamos cometer contra alguien pensando en vengarnos, nos lleva a entrar en un círculo vicioso nada sano, un acto de venganza genera una reacción similar. Toda acción que hagamos movidos por emociones o sentimientos negativos nos acaba pasando factura a nivel de salud y en algunos casos la persona sobre la que recae ese sentimiento o emoción negativa puede que sea inconsciente del entramado que elabora nuestra mente con lo cual, al no enterarse, todo el malestar revierte sobre la persona que lo vive o lo siente de esa manera y se convierte en una enfermedad. Esto me lleva al tema de las emociones y a la importancia que tiene saber gestionarlas, es algo que desde bien pequeñ@s debería darse en todas las escuelas como asignatura imprescindible. En ese aprendizaje pienso que se evitaría mucha de la violencia que se produce en el mundo.
ResponderEliminarNo pude evitar dejarte otro comentario, guapísima.
Abrazo enorme con todo mi cariño y un carretón repleto de besos galácticos.
Hola de nuevo, mi querida Marina.
EliminarSiento el retraso en contestar, hasta hoy no vi este maravilloso comentario que me dejaste. Y de nuevo, elaboraste una estupenda reflexión que enaltece al relato reflexivo. Totalmente de acuerdo contigo, sobre todo, en lo que dices de la educación a los más pequeños, aún no acabo de entender por qué, el saber estar bien con uno mismo y los demás, para no sufrir ni hacer sufrir, sigue siendo tema no visto en las asignaturas. Cuando debería ser el primordial. Confiemos en que las nuevas generaciones tomen nota.
Cuánto me alegro de que decidieras dejar ese comentario. Aquí queda, como algo digno de estudio.
Abrazo enorme con todo mi cariño, más todo lo bueno que desees recibir.
Bonito relato y buena reflexión!
ResponderEliminarGracias por la valoración tan positiva.
EliminarUna alegría para mí.
Buen comienzo de semana ;)
Esa caja de Pandora tendría que venirnos de fábrica. El problema del odio, la venganza o la culpa es que nos hacen esclavos de lo odiado, vengado o culpado. Como muestras en esta maravillosa reflexión, no podemos pensar en una perfección o felicidad ideales e irreales. Ello solo genera frustración, y esta suele ser la mecha de un sinfín de emociones negativas.
ResponderEliminarAceptarnos, en lo bueno y en lo malo; pensar en la vida como en un río que va fluyendo con tramos de paz y otros más movidos, pero siempre adelante. Si no abrimos esa caja de Pandora corremos el riesgo de quedarnos como agua estancada. Fantástico aporte para la vida, Mila. Un fuerte abrazo!!
Esa caja de Pandora debemos saber buscar en nuestro interior, pues como dices, no la traemos de fábrica y nadie nos dijo que la poseemos, llena de todo. Cierto que no podemos quedarnos con una parte de lo que sentimos, hacemos... y mucho menos en la cara negativa pues eso solo acarrea más rencor y por ende, más daño a uno mismo.
EliminarQué comentario tan completo, preciso y hermoso, David. Procuremos no quedarnos estancados y abramos esa caja más a menudo, por el bien de uno, y el de los demás.
Fantástico aporte dejas aquí. Un millón de gracias por pasar y dejar tu impresión. Me alegro que te gustara la reflexión.
Un fuerte abrazo ;)
un relato magnifico y muy real .sigue escribiendo ,eres genial un beso
ResponderEliminarGracias por llegar hasta aquí y dejar tu impresión tan favorable, hacia el escrito y una servidora. Me alegro mucho.
EliminarFeliz resto de semana ;)
Mi bella Mila tus escritos son hermosos y reflexivos,un feliz final de semana.
ResponderEliminarMi estimada amiga, querida Flor Oliva. Qué alegría encontrarte en esta tu casa y leer tus bonitas letras dedicadas a una servidora. Gracias mil, me alegra sobremanera saber que te gustan mis textos.
EliminarFeliz fin de semana ;)